Abjeez y el ímpetu del cambio
Por: Alejandra Donoso
En estos últimos días, aquello que muchos creían era imposible ha estado ocurriendo. Muchos de los pueblos del Norte de África, así como de Medio Oriente, se han levantado en acciones de protesta en contra de los regímenes autoritarios que desde ya hace años –y ayudados por Occidente- han saqueado, masacrado y oprimido a miles de hombres, mujeres y niños.
Los aconteceres de estas latitudes han estado presentes en la tele, en la internet, y en los medios de comunicación en general. Muchos hemos visto, expectantes y con el alma llena de esperanza, cómo cientos de hombres y mujeres han salido a la calle a reclamar justicia frente a los atropellos de los que han sido víctimas durante décadas. La música, crisol en el que a lo largo de la historia se han fundido y expresado muchas de las vicisitudes humanas, no ha podido, ni puede muchas veces, permanecer ajena a estos aconteceres. Es así como nos encontramos con Abjeez (‘Hermanas’), una banda que en pleno seno sueco ha venido desde hace años contando y cantando aquello que para muchos permanecía oculto: el sentir de muchos iraníes que –por una u otra razón- se han visto forzados a abandonar sus orígenes.
En estos últimos días, aquello que muchos creían era imposible ha estado ocurriendo. Muchos de los pueblos del Norte de África, así como de Medio Oriente, se han levantado en acciones de protesta en contra de los regímenes autoritarios que desde ya hace años –y ayudados por Occidente- han saqueado, masacrado y oprimido a miles de hombres, mujeres y niños.
Los aconteceres de estas latitudes han estado presentes en la tele, en la internet, y en los medios de comunicación en general. Muchos hemos visto, expectantes y con el alma llena de esperanza, cómo cientos de hombres y mujeres han salido a la calle a reclamar justicia frente a los atropellos de los que han sido víctimas durante décadas. La música, crisol en el que a lo largo de la historia se han fundido y expresado muchas de las vicisitudes humanas, no ha podido, ni puede muchas veces, permanecer ajena a estos aconteceres. Es así como nos encontramos con Abjeez (‘Hermanas’), una banda que en pleno seno sueco ha venido desde hace años contando y cantando aquello que para muchos permanecía oculto: el sentir de muchos iraníes que –por una u otra razón- se han visto forzados a abandonar sus orígenes.
Safoura (voz, guitarra, melodías) y Melody Safavi (voz, letras), fundadoras de la banda, representan una cara de lo que a muchos iraníes les tocó vivir. Safou, con quien nos encontramos para hacer esta nota, nos cuenta que debió dejar Irán cuando era niña junto a sus hermanos mayores Melody y Sufi (sonidista). Sus padres, que vieron como algo imposible criar a sus hijos en el Irán de ese entonces, emigraron al norte de Suecia a comienzos de los 80. Safou recuerda su temprana infancia en Irán y en particular un día en que frente a un hecho que le causó mucha impotencia dijera: tengo que hacer algo para cambiar el mundo. De pequeña se puso a componer canciones con un alto contenido de ‘realidad’ y una gran dosis de humor, canciones que en general hablaban de las contradicciones de la vida. Llegando a edad adulta decidió irse a España a estudiar guitarra flamenca. Fue así como conoció a Johan Moberg (también guitarrista), quien actualmente forma parte de la banda. Más tarde, cuando tenazmente se encontraba grabando algunos de los futuros temas, conoció a Paulo Murga (percusionista), Robin Cochrane (baterista) y Erland Hofgaard (bajista). Recientemente se ha unido también el chileno Nicolás Lazo Zubieta (teclados). Safou llevaba un par de años estudiando flamenco cuando un día sintió la imperiosa necesidad de ‘hacer su propio rollo’. Sin pestañear apenas, con su característico temple de fuego, llamó a su hermana (que se encontraba estudiando trabajo social en Estados Unidos), para informarle de la noticia. Ese día nació el proyecto Abjeez, un proyecto destinado a poner en el tapete aquellas íntimas -pero no por eso menos poderosas ideas- de cantar las propias verdades, y de paso ventilar las ajenas.
Las canciones de Abjeez tienen la peculiaridad de reflejar estilos musicales hasta hace poco casi inexistentes en la escena iraní. Pasando por ritmos como el reggae, el ska, el pop y hasta el flamenco, Melody y Safou se propusieron escribir en farsi, pero también tienen algunas canciones en español, inglés y sueco. Eclécticas hasta casi decir basta, sus actuaciones y la puesta en escena nos recuerdan la mezcla de historias a la que las hermanas fueron expuestas.
Las canciones de Abjeez tienen la peculiaridad de reflejar estilos musicales hasta hace poco casi inexistentes en la escena iraní. Pasando por ritmos como el reggae, el ska, el pop y hasta el flamenco, Melody y Safou se propusieron escribir en farsi, pero también tienen algunas canciones en español, inglés y sueco. Eclécticas hasta casi decir basta, sus actuaciones y la puesta en escena nos recuerdan la mezcla de historias a la que las hermanas fueron expuestas.
Durante nuestra conversación le pregunto a Safou si alguna vez se sintió como extranjera estando en Suecia, a lo que me responde que ella sabe de dónde son sus padres, y de dónde sus orígenes, pero que nunca se sintió ‘extranjerizada’. Agrega que se siente muy contenta de haber podido crecer en el seno de una familia y en un país que le permitieron ser libre, experimentar y aprender. Según ella, su crianza estuvo caracterizada por una relación muy cálida en la que se le inculcó el valor de la libertad y la independencia. “¿Y la disciplina?”, pregunto yo, “… porque para concretar un proyecto de banda hay que ser disciplinado”. “No, no, no” contesta ella. “O bueno, sí, pero en mi caso, en nuestro caso, lo que tenemos son ganas, y trabajamos duro. Mi orgullo no me dejaría decir que voy a hacer algo y luego no hacerlo”. Sin dudas hay que tener temple de acero y muchas ganas para hacer lo que ellos hacen. Los integrantes de la banda han estado y están repartidos por distintos lugares, de manera que el tiempo es oro a la hora de acudir a los ensayos y participar de las giras. Recientemente estuvieron en Estados Unidos, y pronto harán una gira por Alemania, Holanda y Suecia.
La voz de las hermanas es sin duda muy origninal. Al oirlas es imposible no pensar en las mujeres de Medio Oriente, y en la fuerza que han demostrado al situarse muchas veces al frente de las luchas revolucionarias. Safou y Melody no pueden en la actualidad retornar a Irán. Pese al dolor, Safou enfatiza y nos recuerda con su cálida voz que “a veces, para hablar de cosas terribles es necesario hablar con humor”.
La voz de las hermanas es sin duda muy origninal. Al oirlas es imposible no pensar en las mujeres de Medio Oriente, y en la fuerza que han demostrado al situarse muchas veces al frente de las luchas revolucionarias. Safou y Melody no pueden en la actualidad retornar a Irán. Pese al dolor, Safou enfatiza y nos recuerda con su cálida voz que “a veces, para hablar de cosas terribles es necesario hablar con humor”.