A continuación con Uds. en exclusiva, las palabras del vocalista de Chico Trujillo, develándonos algunos secretos de la mítica banda que resucitó la cumbia en Chile y que a muchos nos dejó el día 2 de julio en Hovet, completamente locos, locos, locos…
El día en que nos encontramos con la banda chilena Chico Trujillo caímos en la cuenta de algo crucial: los seres humanos muchas veces se entienden mejor NO por lo que dicen, sino por las preguntas que hacen y por cómo se conducen. El vocalista, Aldo Asenjo, más conocido como ”El Macha”, y los integrantes de la banda, nos cautivaron desde el inicio por su franqueza y sus ganas de entender cómo viven y qué hacen los chilenos en Suecia.
En resumidas cuentas, los cabros de Chico Trujillo son tipos sencillos, bromistas, que se encontraban felices de poder reencontrarse con algunos de sus cercanos y amigos en Suecia.
En sus cuerpos guardan toda una vida de patiperreo, que los ha llevado a vivir a, entre otros lados, una casa okupa en Berlín cuando recién comenzaban su carrera con La Floripondio, y a tocar en el mítico café Zapata (ya cerrado por las autoridades alemanas que confiscaron los terrenos -según se dice por ahí-, para construir un mall). Son aperrados, se les notaba en la cara al llegar a Estocolmo. Venían cansados después de haber viajado un montón sin haber dormido mucho la noche anterior (y seguro habiendo acumulado ya varias trasnochadas a lo largo de esas últimas jornadas de gira).
Macha nos contaba que tras un año de haber tocado con La Floripondio pensaba que se iba a morir. Esas eran sus proyecciones más cercanas por aquella época. Se las estaba viviendo a full. Claro, con el tiempo fueron aprendiendo una que otra cosa, aunque la pinta siga siendo la misma.
También nos contaba las razones tras su apodo, el Macha. Las machas sacan la lengua cuando se les toca. Y hubo un tiempo en que (por alguna razón que desconocemos), andaba muy bueno para andar sacando la lengua. Entonces un amigo le decía ’entra la lengua po’h Macha’. Y así quedó. Había otro en la banda al que le decían el Pescáo. O sea que por esos tiempos, la banda era toda una paila marina.
No fue tarea fácil conseguir esta entrevista con la banda, principalmente debido a que la prensa a ellos no les gusta. Según el Macha, la prensa, en general la chilena, ’miente todo el rato’. Y por más que se diga que hay que coquetearle a las cámaras, estos cumbieros no transan. No es de extrañar que su actitud difiera de la de muchos otros artistas y músicos, puesto que han apostado por la ’autogestión’, o el ejercicio de rayar la cancha y forjar camino sin sumarse a los intereses mediáticos ni a las voluntades de otros. Chico Trujillo es de aquellas bandas que se ha sentido con la libertad de poder decir NO a Viña del Mar porque no quieren ser parte del show televisivo. Sus integrantes quieren conservar la mística que implica asistir a un concierto e irse como público con esas imágenes y esa experiencia que quedan guardadas en la mente, y no en una pantalla.
Macha: fue más chistoso que la cresta porque, fue como accidental. Yo había terminado de hacer algunas canciones que son de Chico, como Cabildo, Me Convertiste en Santo, que son las canciones más lentitas. Y el bajista, el Tuto, y yo, siempre andábamos hueviando y cantando aunque me muera…. Y dijimos ”putas que es buena esa canción, alguna vez la deberíamos tocar”. En ese tiempo, hace como diez o doce años, nadie hacía esa hueá, nadie, y yo lo cacho bien, porque cuando empezamos a tocar los temas causaron una sorpresa y una buena onda total po’, ¿cachái? Así que, hemos compatilizado las dos bandas, La Flori y Chico Trujillo, y estamos contentos de poder tener las dos.
Macha: si po, es que me gustan las dos. Si me gustara una me quedo con una, que siempre va a ser más fácil. Siempre va a ser más fácil tener UNA, pero tengo las dos porque me encanta y son dos estilos diferentes.
Macha: o sea, nosotros vemimos tocando desde hace 19 años con Floripondio, y 11 con Chico, y mantenemos la autogestión hasta donde podemos y de ahí que nos ayude gente, pero siempre pensando con quién hacerlo y teniendo el poder de decidir qué hacer.
Macha: sí, y también, por decidir no tocar y también por decidir de qué manera quieres mostrar y proyectar la música que haces, elegir el camino un poquito de cómo hacerlo, aunque uno nunca tampoco es dueño de casi nada, pero uno busca por dónde meterse. En Santiago estamos bien metidos en recuperar lugares antiguos, teatros como el teatro Roma que se llama ahora el bar Las Tejas, que es el palacio del Terremoto[i]. Cuando vayan a Santiago tienen que ir a San Diego, al Palacio del Terremoto. Tienen un terremoto chacal, porotos con rienda a luca cien (RISAS). Está bueno.
Macha: No, ná que ver. Yo le puse el nombre porque quería ponerle un nombre latinoamericano, sin ninguna gran explicación filosófica detrás. Ya con ”La Floripondio” me bastó la hueá (RISAS). Porque nombre más rebuscáo imposible, y más encima ’LA’ Floripondio. No tiene ninguna explicación, y yo de hecho, tuve el placer de tocar una vez con tío Valentín, y me preguntó (CON VOZ DE TÍO VALENTÍN), ¿somos parientes? (RISAS)
Macha: es que sabís que somos... Una cosa que aprendí es no hacerme ni proyecciones ni muchos sueños (RISAS DEL MACHA). O sea, ojalá que les guste lo que hacemos hoy día acá y que el próximo año salgan oportunidades de salir de nuevo
Macha: Eso. Sabís que pensando en el nombre del blog Kabezanegra, me acuerdo de que en Chile, en la quinta región, había un grupo que se llamaba Kabezanegra, y eran cabros que venían de Suecia hueón, uno de ellos
Macha: es como en Alemania, que dicen canaca, algo así, claro, como despectivo
Macha: claro, aparte, cabezas rucias no somos ninguno po hueón (RISAS). Así que, no inventaron ninguna hueá los hueones (RISAS)
Macha: puta, a mí me parece mortal, de que se esté despertando toda la gente en todos los ámbitos. Marchas como la de Hidroaysén unificaron no solamente la idea de que estamos todos en contra de que hayan hidroeléctricas, sino que además está toda la gente en contra del sistema educacional, en contra del sistema de salud, en contra del sistema de previsión, o sea, en contra de Piñera. Y eso pasó lógicamente porque Piñera salió elegido, porque antes todos se estaban haciendo los hueones, ganando plata. Ahora salió todo a la luz con Piñera. Se ven las verdaderas caras en el fondo, de quién está en un lado y de quién está en otro lugar, ... y eso a mí me ha impresionado. Me ha emocionado mucho lo que está pasando. Que más encima, la misma gente no esté ni ahí con unificarse en torno a una marcha, por ejemplo, con un político. Si se van a meter a una marcha con un político, es muy fácil que lo pasen bien mal.
[i] Terremoto: bebida típica a base de pipeño, helado de piña y algún otro componente alcohólico que te deja con el piso bien movido
[ii] El tío Valentín Trujillo: reconocido músico chileno que acompañaba en el piano a un personaje conocido como Profesor Rosa en un programa para niños sobre el mundo animal.